Infobae:- Vidam Perevertilov, un regatista de 52 años, estuvo a punto de perder su vida el pasado 16 de febrero cuando se cayó por la borda del carguero Silver Supporter mientras viajaba en su recorrido de suministro de rutina entre Tayranga y la isla Pitcairn en medio del Pacífico Sur.

Cayó sin chaleco salvavidas a las heladas aguas, pero al verse en medio del mar, Perevertilov puso todas sus esperanzan en un pequeño punto en el horizonte y comenzó a nadar. Una decisión que salvó su vida.

No veía nada a su alrededor, eran casi las 4 de la madrugada y todo estaba completamente oscuro. Las fuerzas de Vidam se agoraban mientras luchaba desesperadamente por mantenerse a flote y las esperanzas que guardaba de ser rescatado se desvanecieron cuando su barco, sin saber que había caído al agua, zarpó.

Con el sol volvió el ánimo a su cuerpo. “Podía ver un punto negro en el horizonte todavía a varios kilómetros de distancia”, le dijo su hijo Marat al medio neozelandés Stuff desde Lituania.

“Empezó a nadar hacia él. Su voluntad de sobrevivir era fuerte, pero me dijo que hasta que saliera el sol estaba luchando por mantenerse a flote. Probablemente me hubiera ahogado de inmediato, pero él siempre se mantuvo en forma y saludable y por eso creo que podría sobrevivir”, agregó

Marat ha estado en contacto con su padre desde que fue rescatado y escuchó su increíble historia de supervivencia a través de chats de mensajes.

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