Centenares de incendios que azotan el norte de España y el centro y norte de Portugal han causado la muerte de al menos 35 personas.
De las víctimas, 31 fallecieron en tierras portuguesas, según informaron las autoridades de Protección Civil a la prensa de ese país.
Las otras cuatro perdieron la vida en la comunidad autónoma de Galicia, en España, según confirmó a la agencia Efe la delegación del gobierno en esa región.
Las autoridades gallegas aseguraron que durante la mañana del lunes al menos 105 incendios continuaban activos, con 15 de ellos amenazando zonas pobladas. Los fuegos ardieron incluso en céntricas zonas de Vigo, la ciudad más poblada de Galicia.
Una treintena de incendios también arden en la vecina Asturias y la situación es incluso peor en Portugal, donde el domingo las autoridades reportaron 523 siniestros, de los cuales más de 100 continuaban activos la mañana del lunes.
Más de 6.000 efectivos portugueses y 5.000 personas en España participan en la lucha contra las llamas.
El primer ministro de dicho país, Antonio Costa, ya anunció el estado de calamidad pública.
Según las autoridades de ambos países, varios fuegos fueron provocados intencionalmente y la prolongada sequía junto a las elevadas temperaturas y los fuertes vientos provocados por la cercanía del huracán Ofelia terminaron convirtiendo la situación en crítica.
La intensidad de los vientos, sin embargo, ya está amainando.
Y la esperanza de muchos es que las tenues lluvias que ya se reportan en algunas zonas de Galicia se intensifiquen y les echen una mano a los bomberos y voluntarios que combaten las llamas en ambos lado de la frontera.
BBC Mundo
