El crecimiento económico en República Dominicana  no se revierte en favor de las mayorías, mientras los niveles de corrupción penalizan a los más pobres.

Con esas palabras Roby Senderowitsch cierra su ciclo de trabajo como representante  del Banco Mundial en el país.

Sus reflexiones fueron durante un coctel realizado en la terraza del Hotel Hilton la noche de este jueves.

Senderowitsch hizo una comparación de dos países uno en el que se puede vivir de manera placentera y otro en el que la clase media no reacciona, donde la mayoría critica la corrupción, pero acepta como natural el tigueraje.

Mientras Temístocles Montas, quien hablo en representación del gobierno destaco los lazos de amistad que dejó Senderowski en el país, agradeció las recomendaciones a favor de una mejor calidad de vida para los dominicanos.

 

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