AP:- La escena fue similar a la de la última vez que Tiger Woods jugó contra los mejores del mundo. El público llenó cada balcón de todos los pisos de la casa club del Riviera, con la esperanza de echar un vistazo a una inusitada participación del astro.

Y Woods se encargó de que esa multitud de curiosos hiciera más escándalo al final.

Dio un espectáculo durante su primera competición en siete meses. Cerró con tres birdies consecutivos y una gran sonrisa tras firmar una tarjeta de 69 golpes, dos bajo par.

Ello lo dejó a cinco impactos de Max Homa y Keith Mitchell, los punteros en el Genesis Invitational.

Woods fue del bunker al fairway y al bunker en el hoyo 10, y tuvo que embocar un putt de ocho pies para salvar el bogey. En el 12, estuvo descontrolado desde la salida e incurrió en otro bogey, que lo dejó igualado en par durante una tarde templada y con brisa.

 

En la recta final, lució como el Woods de antaño. Un tiro de salida a cinco pies del 16, por 3. Otro birdie de 25 pies en el 17, de por cinco. Y un gran disparo, unas yardas más largo que el de Rory McIlroy, con destino al 18, lo cual dejó servida la mesa para resolver con el hierro 9, a siete pies.

Aunque le duelen, sus piernas aguantaron. El último desafío consistió en hacer que subieran esos 52 escalones hacia la casa club para firmar su tarjeta.

El ídolo tendrá que dar su siguiente paso pronto. Finalizó su ronda alrededor de las 5 de la tarde, hora local. Debe comenzar la segunda a las 7:24 de la mañana.

Homa jugó por la mañana y finalizó con tres birdies consecutivos para un marcador de 64. Mitchell tuvo actividad en la tarde y se anotó un par de birdies en los últimos dos hoyos para compartir la cima.

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