NUEVA YORK — Mariano Rivera recibió el domingo un conmovedor homenaje en el Yankee Stadium, un acto de casi una hora en el que el inigualable relevista panameño recibió otra tanda de obsequios y su número 42 fue retirado formalmente.
 
Bajo un sol radiante en el Bronx, jugadores, coaches y empleados de los Yanquis estuvieron como testigos en la ceremonia.
 
La banda de rock Metallica se encargó de introducir a Rivera, haciendo retumbar desde la franja de advertencia en los jardines la melodía "Enter Sandman", con la que tradicionalmente Rivera salía del bullpen rumbo al montículo para sacar los tres últimos outs.
 
"Gracias a todos por 19 años de apoyo", declaró Rivera dirigiéndose a la multitud. "Ha sido una magnífica carrera. Los tendré siempre en mi corazón, aquí en Nueva York".
 
Pero la tarde no pudo acabar con completa satisfacción. Los Yanquis perdieron 2-1 ante los Gigantes de San Francisco, una derrota que los hundió más en la puja por clasificarse a los playoffs de la Liga Americana.
 
"Valoro mucho lo que se hizo este día, toda la gente que vino por mí", declaró Rivera. "Pero al final no fue del todo bien porque perdimos el juegos. Lo único diferente que quisiera es encontrarnos en otra situación".
 
Con seis partidos por disputar en la campaña, los Yanquis se encuentran cuatro juegos por detrás de los Indios de Cleveland, ahora mismo dueño del segundo wild card.
 
La ceremonia de Rivera coincidió con la apertura de Andy Pettitte, quien el viernes también anunció su retiro. Rivera es responsable de 72 salvados de las 255 victorias de Pettitte, cifra récord para un binomio en las mayores.
 
Rivera adelantó en los entrenamientos de primavera que la de 2013 sería la última campaña de una ilustre trayectoria de 19 años, en la que se encumbró como el relevista con más salvamentos en la historia de las Grandes Ligas con 652.
 
Después de recibir homenajes en diversos estadios desde abril, el domingo fue el turno de los Yanquis para honrar al lanzador derecho que en noviembre cumplirá 44 años.
 
El equipo retiró el número 42 de Rivera, convirtiéndole en el primer jugador activo de la franquicia que recibe semejante distinción. Podrá presumir de esa condición durante una semana.
 
Rivera era el último pelotero que lucía en su camiseta el 42, un número que había sido retirado de las Grandes Ligas en honor a Jackie Robinson, el jugador que rompió la barrera racial en el béisbol profesional de Estados Unidos. La viuda de Robinson, Rachel, y su hija, Sharon, estuvieron presentes en el acto.
 
"Es un enorme gusto y honor ser el último jugador con el número 42", dijo Rivera.
 
Con el pitcher al lado, la viuda de Robinson presentó la placa dedicada a Jackie. Acto seguido, acompañado por su esposa y tres hijos varones, Rivera develó la placa que se exhibirá en el Parque de los Monumentos, junto a otros 15 leyendas del equipo.
 
El ex manager Yanqui Joe Torre, así como sus ex compañeros Jorge Posada, Bernie Williams, Paul O'Neill y David Cone, entre otros, también presenciaron la ceremonia que duró 50 minutos.
 
Rivera, quien fue seleccionado 13 veces para el Juego de Estrellas, debutó en 1995. Dos años después asumió el puesto de cerrador del equipo y conquistó cinco campeonatos de la Serie Mundial.
 
Jennifer Swindal, la hija del extinto dueño de los Yanquis George Steinbrenner, le entregó un cheque por 100.000 dólares como donación del equipo a la Fundación Mariano Rivera.
 
Además, el capitán de los Yanquis Derek Jeter y el mánager Joe Girardi, uno de los primeros receptores de Rivera, salieron al terreno con una mecedora fabricada con bates.
 
"No sabía nada de lo habían organizado, nadie me dijo nada", indicó Rivera.
 
"Esto mucho más de lo que esperaba", añadió, emocionado por las banderas panameñas que se agitaban en las gradas del estadio.
 
Y de paso enfatizó que su decisión de retirarse es irrevocable: "No ha pasado por mi mente volver a lanzar un año más… Esto no se puede echar para atrás".
 
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