El recluso Máximo Simeón Rodríguez, falleció por complicaciones cardiovasculares en su celda del correccional Vista al Valle en San Francisco de Macorís.
El hombre guardaba prisión preventiva por el asesinato el 24 de marzo pasado de un relojero en el mercado municipal de esa ciudad.
Su muerte se produjo por alegadas negligencias de las autoridades que le negaron el permiso para realizarse estudios médicos que le habían indicado.
Es la advertencia que hacen las abogadas de la familia del fallecido en su celda desde donde no se le permitió, pese a la documentación que como constancia tienen, que se le realizara un cateterismo.
Así lo indica un documento médico con fecha del 25 de julio.
La directora del Centro de Corrección y Rehabilitación Vista al Valle, dice que nunca le fue entregada la documentación que refieren las abogadas.
La documentación, diagnósticos, recetarios, evidencia la condición de salud del interno, a quien se le negó el estudio supuestamente, dicen las expertas legales, aducían que no era necesario.
El cadáver de Máximo de 77 años, fue trasladado desde el Correccional hasta la morgue del Hospital San Vicente de Paúl, donde se produjo el altercado donde advirtieron que la Fiscalía y la directora del Centro de Corrección serían sometidos por negligencia.
El interno guardaba prisión por haber dado muerte al relojero Alejandro Calderón Payero de 43 años, cuando ambos discutieron porque el primero obstruía el paso.

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