Si bien Julián Gil se ha caracterizado por ser todo un galán, ahora para su nuevo personaje de Próspero Millán en la telenovela La herencia, el actor ha tenido que sufrir una transformación a nivel físico y emocional, debido a que interpreta a un hombre apocado que, a lo largo de la trama va sufriendo una serie de cambios.

«Un proyecto diferente. Casi siempre decimos lo mismo en un proyecto que arranca, pero sí, este para mí, definitivamente, es un proyecto diferente. Tuve que hacer una transformación,  física, bajé como diez kilos», explicó Gil a los medios de comunicación. «No solamente era el cambio físico, también hubo un cambio en la forma de hablar, de las cosas que he venido haciendo; la forma de caminar, la postura, el vestuario, el bigote. Y está bien padre porque dentro de la historia van a ver cómo va ir evolucionando él para cambiar; ya que viene siendo un personaje totalmente sometido por la mujer, que es el personaje que hace Tiaré [Scanda]. La verdad es que estoy súper contento».

Entre la metamorfosis que el protagonista de la película Jesús de Nazareth va mostrando se encuentra su peso corporal; lo cual, representó todo un reto porque se ha caracterizado por mantener una figura ejecutada. «Bien porque puedo comer, pero era súper raro porque tenía que bajar de peso, pero a la vez panzoncito [gordito]», confesó.
«Ya había bajado de peso en otras ocasiones, pero aquí estuvo complicado porque era bajar y a la vez subir, pero bueno, me lo disfruté y lo sigo disfrutando», agregó. «A veces si comes de más subes de peso. Hice una dieta bastante alta en grasas que es donde, de alguna manera, nosotros los hombres acumulamos un poquito más en área del abdomen, la grasa y los carbohidratos».
Julián Gil sigue luchando por seguir «consolidando su carrera» y desea «poder sentirme cada vez más orgulloso de los proyectos que estoy haciendo».
Share.

Leave A Reply

Exit mobile version