La inseguridad, robos, crímenes y puntos de drogas obligaron al Jefe de la Policía a trasladarse este viernes a la comunidad de Cambita en San Cristóbal, donde escuchó los reclamos y quejas de dirigentes comunitarios, amas de casa, grupos choferiles, alcaldes y productores de agrícolas.
Es que en Cambita la gente está con el grito al cielo. No están tranquilos ni de día ni de noche, porque los ladrones asechan y la vigilancia policial brilla por su ausencia.
Huérfanos de autoridades se sienten, porque además los puntos de drogas son de conocimiento de autoridades civiles y militares. Hablan de Quico la Quema como cabecilla y el torito como el pichón de capo.
Los apagones son cómplices de la delincuencia y se extienden por más de 12 horas. A las demandas se suman la necesidad de fiscalizador, destacamento policial, camionetas, motocicletas, y personal permanente en el destacamento.
El jefe de la Policía junto a las autoridades escucho, y al final prometió resolver parte de las demandas.
Encomendó a las autoridades reclutar dos jóvenes para capacitarlo en la Policía, asimilarlos, y que se encarguen de recibir las denuncias.