México se ha convertido en la cuna de grandes campeones pugilistas, los cuales han conseguido que su disciplina se haya convertido en el deporte que le ha brindado más logros deportivos al país. A lo largo de los años se han contabilizado 116 campeones mundiales que colocan a México como el primer lugar entre los países con más campeones mundiales de boxeo.
Junto con el fútbol, el boxeo es el deporte más visto por televisión y el segundo que más medallas le ha dado al país en los Juegos Olímpicos, con un total de 13 preseas: dos de oro, tres de plata y ocho de bronce.
El primero en hacerse presente en un podio olímpico fue Francisco Cabañas. El nacido en la Ciudad de México ganó la primera presea en Los Ángeles 1932. La medalla llegó de plata en el peso mosca y cuatro años más tarde, en los Olímpicos de Berlín 1936, Fidel Ortíz logró ganar el bronce en peso gallo.
Luego de que ambas medallas llegarán de forma consecutiva, México cayó en un bache de 28 años para lograr ver a otro boxeador en el podio. Además de la suspensión de 1940 y 1944 por causa de la Segunda Guerra Mundial. Fue hasta Tokio 1964 cuando se volvió a saborear la victoria Olímpica, debido a los golpes de Juan Fabila Mendoza, quien se colgó el bronce en peso gallo.
Cuatro años más tarde, con la hospitalidad y el apoyo que solo los locales pueden tener, las dos únicas medallas de oro que tiene el país en esta disciplina llegaron de los puños de Ricardo Delgado y Antonio Roldán. Delgado consiguió el título en la categoría de peso mosca y Roldán lo hizo desde el peso pluma.
Dos preseas más llegaron para los mexicanos en los mismos Juegos del 68. Estas medallas fueron de bronce y llegaron por la vía de Joaquín Rocha, quien es el boxeador mexicano más pesado en ganar una medalla, y por Agustín Zaragoza. Ambos ganaron sus metales en las categorías de pesado y gallo. Zaragoza no se convirtió en pugilista profesional y se convirtió en referí internacional.
