Selva del Darién. – El flujo migratorio en la selva panameña no se detiene. Según el departamento de Migración de Panamá, hasta el 17 de agosto cerca de 300 mil personas cruzaron la selva del Darién, en la frontera con Colombia, en 2023.
La cifra es muy superior al récord de todo el año anterior, cuando 248 mil migrantes atravesaron la jungla con rumbo a Estados Unidos. A este ritmo, las autoridades panameñas estiman que a final de año unos 400 mil migrantes habrán cruzado el Darién.
El gobierno de la nación centroamericana denuncia falta de colaboración de otros países de la región.
«Para pandemia nos pusimos de acuerdo en la cantidad de flujo migratorio, donde solamente transitaban 400 a 500 personas diarias. Ahora se rompió esa comunicación con los países del sur y no hay voluntad alguna para que esto se arregle. Y ojo con esto, porque estamos hablando de algo humanitario«.
La frontera natural del Darién se ha convertido en un corredor para los migrantes pese a estar plagado de peligros como animales salvajes, ríos caudalosos y bandas criminales que los extorsionan.
«Dios y la Virgen me dio la fuerza de voluntad y pase el Darién. Yo me vine por el Darién y duré ocho días en la selva, tres días sin comer, nos mataban las olas. Diez veces casi pierdo la vida«.
La siguiente parada es Paso Canoas, en la frontera con Costa Rica. Miles de personas se quedan varadas en el campamento que el gobierno costarricense instaló desde mayo.
A diario, salen 50 autobuses que realizan un recorrido de nueve horas por la ruta Interamericana con rumbo a Nicaragua. El billete de autobús cuesta 30 dólares por persona, ya sea adulto, niño o bebé, tarifa que muchos migrantes no pueden pagar.
«Los 22 días que yo tengo aquí, para mí es un infierno porque mis hijos han estado enfermos, la verdad hemos pasado hambre porque no hemos tenido dinero, no hemos podido salir a pedir, aunque sea, no podemos salir a trabajar«.
El campamento presenta condiciones insalubres para los migrantes, con baños sucios y sin lugar suficiente para resguardarse de las inclemencias climáticas. Unas horas al día la Cruz Roja Costarricense brinda atención de primeros auxilios en el lugar.
«Traen muchas lesiones en sus pies, heridas. Encontramos muchos pies inflamados, ulcerados. Hay muchos problemas estomacales debido al agua que consumen a lo largo de la ruta«.
Estados Unidos ha advertido que no permitirá la entrada a quienes ingresen irregularmente a su territorio. En mayo pasado, implementó nuevas reglas para entrar a través de citas por una aplicación móvil o por medio de trámites en los países por los que transitan.
Además, Washington aplica desde mayo una norma que permite la expulsión con prohibición de reingreso durante 5 años y un posible procesamiento judicial. Desde entonces, Estados Unidos ha deportado a más de 145 mil personas.
