El jefe de la policía sostuvo hoy un encuentro con dirigentes comunitarios de Boca Chica, en donde la delincuencia y criminalidad alcanza niveles alarmantes para unos, mientras otros la minimizan.
Los residentes y dirigentes comunitarios en Boca Chica no logran ponerse de acuerdo en torno a la realidad que le afecta. Para unos los últimos crímenes y atracos no son más que hechos aislados, magnificados por algunos para dañar la imagen de dicha zona turística.
Para otros Boca chica debe ser declarada en estado de emergencia por la creciente inseguridad, narcotráfico y prostitución.
Entre estas reacciones adversas de los residentes se llevó a cabo el encuentro con el Jefe de la policía Manuel Castro Castillo, quien afirma que la policía logró reducir la criminalidad de la zona en un 10% el último año.
Al evento en el que quedó descartada la intervención policial, también asistieron autoridades y legisladores representantes de la zona.