El video que verán a continuación fue grabado por una cámara de seguridad en el Ensanche Naco.
Con toda la tranquilidad del mundo y una agilidad que da la práctica, este ladrón se apropia de los espejos retrovisores de una jeepeta estacionada en la calle.
Tras desmontarlos, los introduce en su chaqueta y se marcha.
Este no es un caso aislado porque en los talleres de esta capital se ha incrementado la demanda de piezas de vehículos, especialmente retrovisores, logos, centros de aros y parrillas de jeepetas.
En ocasiones se ha llegado al colmo y es el caso de William Alberto, quien relata que se vio obligado a comprar la misma pieza sustraída a su vehículo.