NUEVA YORK.- El Zafiro, Carlos Manuel, merenguero dominicanao radicado en New York, donde se ha convertido en un adicto al crack, está a punto de ser deportado a República Dominicana, por violar leyes criminales en Estados Unidos, por posesión y adicción a las drogas.
El Zafiro, en un intento por limpiar su nombre de la adicción al crack ahora se hace llamar "El Diamante Azul", tiene abierto un proceso ante un juez federal de inmigración, específicamente en la Corte de Inmigración en el 26 de Federal Plaza en Manhattan.
Ha sido la Policía quien ha iniciado acciones contra El Zafiro, incluso por poseción de crack, una droga que a atacado su cerebro.
Los agentes de la Policía de Inmigración y Fronteras (ICE) han puesto en situación de "suspensión" el estado de Carlos Manuel en sus archivos luego de nueve arrestos por consumo y poseción droga.
Ahora El Zafiro define la droga como "diabólica", y alega que se habría entregado a Dios.
El artista tiene 24 años residiendo en New York, donde, como muchos otros artistas dominicanos, ha sido consumido por las drogas, aunque tros tantos se han hecho adidctos y han destruido su carrera en su propio país, gracias al suministro de las drogas de parte de sujetos que, extrañamente, la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), ni la Policía jamás han intentado detener.
Ante la posibilidad de ser condenado y deportado de Estados Unidos ahora el Zafiro alega: "soy un tipo que estoy respetando la voluntad de Dios, porque le pedí y le juré un día que cuando volviera a consumir el Crack, me llevara de este mundo. Le tengo miedo y temor al poder de Dios".
Asegura que ni siquiera toma alcohol.
Hace varios años el artista fue traído al país destruido por la adicción a las drogas, y, supuestamente, fue curado en la Clínica Cruz Jiminián, donde fue sometido a un proceso de "desintoxicación", al que otros artistas han sido sometidos, y vuelven al vicio de las drogas con toda facilidad.
Que se sepa, El Zafiro no ha sido sometido a un proceso de reeducación en un centro para adictos, que es lo que funciona, por lo que se da por seguro de que volverá a consumir crack u otras drogas.
"Gasté en las calles una fortuna inmensa, quizás alrededor de $700.000 mil dólares en drogas como el Crack, porque es una droga cuyo efecto dura minutos y cuando se termina uno quiere más y más. Cuando ya no hay dinero, el maldito vicio te empuja a buscarlo como sea", confeso el merenguero.
"Un día me vi en el espejo y me dije que ya no podía más".
"Sentí que ya había tocado fondo, pensé en mis padres que no están conmigo, en la vida que ellos querían que yo llevara, una vida decente, pensé en ellos y pensé en mi público, en mi pueblo que me ama y que pedía por mí en las iglesias y que le pedían a Dios que hiciera un milagro conmigo", declaró.
"Un día, las cosas se me caían de las manos de tantas drogas consumidas, tuve al perder la vida tres veces, fui baleado en las calles, me fracturaron la cara para robarme, vi mucha inmundicia y mucha miseria de vida y por eso a nadie, le deseo, ni al peor de mis enemigos, una adicción tan crónica como la que yo tenía con el Crack", confesó.
En lo que sí está perdido El Zafiro es en dios que dice creer, porque anda de iglesia en iglesia, sin definirse, ni congregarse en una en específico, como dispone la santa Biblia.
Fuente Nuevo Diario