Un equipo de investigación de la Universidad de Castilla La Mancha (UCLM) dirigido por el catedrático de Ingeniería Química, Ignacio Gracia, lleva más de diez años explorando los beneficios del ajo y más concretamente del ajo morado de Las Pedroñeras, localidad de Cuenca, situada al suroeste de Castilla-La Mancha.
Gracia explica a Efe su línea de trabajo y los descubrimientos que han hecho sobre esta especie de olor penetrante y, a veces, insoportable. “Empezamos trabajando en sus propiedades para intentar demostrar la verdad que encierra la tradición de las abuelas que solían decir que el ajo era bueno para todo y que, incluso, la gente que se tomaba un diente de ajo todas las mañanas vivía muchos años”.
UN AJO QUE NO TIENE COMPARACIÓN.
Los primeros pasos los realizó el equipo de Ignacio Gracia en colaboración con el hospital madrileño Ramón y Cajal, donde lograron ser capaces de analizar el contenido de una molécula, la alicina, que es la que “ofrece la mayor parte de las propiedades al ajo, concretamente el ajo morado de Las Pedroñeras (Cuenca, Castilla-La Mancha) que tiene muchas más que otras variedades de esta especia”.