La Basílica de Higüey acogió este sábado a miles de feligreses que acudieron a rendir tributo a la Virgen de la Altagracia.
La misa solemne, en la que estuvo presente el mandatario Leonel Fernández, fue oficiada por el obispo Gregorio Nicanor Peña, quien pidió a los políticos desarrollar una campaña constructiva y sin discursos agresivos.
Fieles católicos abarrotaron la Basílica de Higuey para rendir culto a la Virgen de la Altagracia, madre espiritual de los dominicanos.
El obispo Nicanor Peña tuvo a cargo la misa solemne. En la homilía cifró especial atención al rol de los políticos a los que hizo el siguiente llamado.
Pero antes, citó un fragmento de la recién pronunciada carta pastoral en la que expresa la preocupación de la iglesia católica por la crisis humana y moral que afecta la sociedad.
En la festividad religiosa se confundieron blancos, rojos y morados en torno a la figura del presidente Leonel Fernández.
Fuera del templo una interminable fila de devotos aguardaban para honrar sus promesas y agradecimientos.
En el entorno la miseria recrudecida de decenas de pedigüeños, en su mayoría minusvalidos, que aguardaban por un limosna.
Ni hablar de las quejas de los vendedores de velas, velones y escapularios que cada año venden menos que los anteriores.