Al finalizar el proceso de elección interna del Partido Revolucionario Dominicano en su trigésima convención ordinaria, la constante en los centros de votación del Cibao eran las denuncias de los seguidores de Guido Gómez Mazara, sobre la opresión, amenazas y sumisión a que les sometía el grupo Miguelista.
En el municipio Puñal, le dieron candela a las boletas y urnas que la Comisión Local Organizadora dejó abandonadas, luego de que supuestamente, el conteo de votos no favoreciera a Miguel Vargas Maldonado.
Allí, los seguidores de Guido, enardecidos, esparcieron por doquier las boletas, que podían observarse marcadas sobre la imagen del dirigente.
Incidentes aunque menores, se desarrollaron en centros como el del sector Pueblo Nuevo y la avenida Francia, donde también se repetía la queja de quienes no aparecían en el padrón.
Al menos 12 centros fueron impugnados.
En sentido general, ningún centro de votación se percibió con presencia masiva de votantes, aunque esto difiere de lo que alegan algunos delegados.
El proceso de votación fue suspendido en San Francisco de Macorís, La Vega, Cotuí, Bonao y algunos puntos de Puerto Plata.