Como castigo porque supuestamente jugaba con fósforos y un periódico, una mujer le quemó las manos a su hijo de seis años en Cien Fuegos al Oeste de Santiago, en medio de un hecho que la mayoría considera correcto y que los departamentos de prevención al abuso infantil no han sancionado.
Todo ocurrió el pasado domingo y aunque la Fiscalía, que fue alertada sobre el hecho, retiró de la comunidad al infante de apenas 6 años, el mismo ya se encuentra en la casa de su padre que yace con heridas graves de un incendio que hace dos meses consumió su vivienda.
El pastor Pablo Ureña del Programa Niños con una Esperanza, hizo la denuncia, pero la madre del menor, Marilin Rosario y su actual pareja, no han sido requeridos por la autoridad pertinente.
Pero Eddy Manuel González, que llegaba de su trabajo esta tarde, niega la versión y en cambio explica que fue el infante quien metió las manos a la estufa.
El padrastro del niño como otros residentes del barrio San Antonio, insistían en que el niño es muy inquieto, y pareciera que lo culpan de su comportamiento, justificando el abuso.
Pero hay quienes recriminaron de la acción abusiva, que no ha provocado reacción en las autoridades que deben velar por los derechos de la niñez.
El menor está a cargo de su padre y su abuela en el barrio Santa Lucía, donde ahora vivirá con otro de sus cuatro hermanos y hermanas.