Residentes en el sector Villa Liberación, al suroeste de Santiago, clamaron este martes por la intervención urgente de las autoridades del municipio y la provincia, ante la proliferación de enfermedades fruto de la contaminación que emana de una cañada que arropa con su hedor a la localidad.
Malabares hacen y la necesidad los ha hecho expertos. Son los niños de Villa Liberación que a diario atraviesan la arroyada en puentes y troncos improvisados para el camino.
De la cuenca, emana un hedor que deprime la calidad de vida, desde que tras un proyecto que quedó paralizado, se desviaron hasta ella las aguas residuales de una fábrica de pantalones, desde donde se ve salir el curso del líquido.
Aquí no hay desagües y en las paredes se evidencia la embestida del agua que cuando llueve se estanca, inundando y arrastrando sedimento.
En los hogares se construyen anexos para evitar que el agua penetre, pero el esfuerzo no es suficiente.
Las calamidades de Villa Liberación, no las ignoran sus autoridades, dicen los dirigentes comunitarios que año tras año esperan por ayuda.
