Moradores, juntas de vecinos y la Asociación Dominicana de Profesores, ADP en Navarrete, advierten sobre los riesgos en que están los estudiantes del barrio 27 de Febrero, por las grietas que sacuden el plantel educativo, uno de los muchos problemas que afectan las labores educativas en la demarcación.
Es apenas una, de las grietas que tiene el centro educativo, construido a penas en 2008, lo que significa que es una construcción relativamente nueva y ya lleva tres reparaciones.
La columnas, presentan numerosas aberturas. Aunque es la preocupación mayor de la familia educativa, otras situaciones como la falta de energía y agua potable, hacen pesada la labor en los maestros, conserjes y estudiantado. Los vecinos, le prestan de vez en cuando una extensión para que los profesores puedan encender un bombillo, abanico o realizar algunos talleres.
La escuela más próxima, que sumará aulas a la tanda extendida, está paralizada su construcción porque el ingeniero a cargo, Pavel Valdez, espera que el Ministerio de Educación deposite alrededor de 21 millones de pesos que le adeuda.
En el sector La Altagracia, la escuela Plinio Rafael Tavares Inoa, pese a su inauguración hace dos meses, aun no ha abierto las puertas al estudiantado. La Adp denuncia las razones.
Algo similar a lo ocurrido en el barrio 27 de febrero, ocurre en el sector La Lomota, cuyo centro pareciera demolerse sobre el personal y alumnado.
El barrio pica Piedra, Pontoncito, Villa Fury y La Altagracia.

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