Con dos meses sin cobrar sus salarios, camiones sin gomas ni combustibles los bomberos del municipio de Guerra decidieron este jueves declararse de brazos caídos hasta tanto se resuelva el impase que los mantiene en la inercia.
El problema es que la Alcaldesa nombró un nuevo jefe y la Sala Capitular del municipio no lo ha ratificado. Mientras eso no suceda las cuentas están paralizadas en el banco, y nada funciona.
Esta situación obligó a los bomberos a declararse en vigilia y colocaron los camiones frente a la casa del Presidente de la Sala Capitular para presionar por una salida.
La Alcaldesa dijo que hizo lo que estaba a su alcance, y que la última palabra la tiene la Sala.
La estación de bomberos de Guerra luce abandonada y en progresivo deterioro desde los camastros en que duermen hasta el área donde realizan el día a día.