Sin que menguara el ánimo en cerca de 10 kilómetros, cientos de ciudadanos de Cotuí, en la provincia Sánchez Ramírez, regenteados por activistas sociales, populares y comunitarios, marcharon para exigir el 5 por ciento de sus recursos mineros a la Multinacional Barrick Gold que hurga en sus suelos en busca del oro que no saca de la miseria a la zona.
Había ánimo en cada paso, consignas que elevaban el furor de quienes por calles como las del sector Libertad, Pueblo Nuevo o El Tanque, destruidas y pedregadas, caminaron exigiendo el dinero que paren sus suelos y que por ley corresponde reciban.
Fueron más de 10 kilómetros de recorrido en los que Cotuí recibió el solidario respaldo del movimiento social y popular de Bonao, la Unión de Juntas de Vecinos del municipio, estudiantes de la Autónoma que exigen un recinto y campesinos, despojados de los suelos explotados.
Piden mejor servicio de energía eléctrica, agua potable de calidad, reparación de las calles en los barrios, pero también la destitución o renuncia del alcalde Rafael Molina, por cuya supuesta infuncionalidad la basura anda al pecho.
Por una minería irresponsable que señalan se habla de una muerte lenta que amenaza la vida, por lo que la Academia de Ciencias exige una auditoría ambiental a la Barrick, porque asegura que los daños a la salud son irreparables.
La advertencia es de una próxima huelga de hambre en las inmediaciones de la Barrick Gold, si estos reclamos no son acogidos.