Aun bajo lluvia, la devoción hacia la Virgen de Altagracia, atrajo a multitudes en Santiago donde el tributo hacia la Santa se demostró con una procesión que recorrió calles céntricas de la ciudad.
Desde el templo La Altagracia en la calle General Luperón con calle Del Sol, salió una multitud de viva fé hacia la considerada protectora espiritual del pueblo dominicano. Sus testimonios, son de agradecimiento hacia quien ha escuchado plegarias, como las de Magaly Vásquez, madre de Carlos Eduardo, un joven con discapacidad.
La caminata, que es sacrificio y entrega, es parte de la religiosidad, cultura e identidad dominicana. Que inició desde el período colonial y desde entonces está arraigado como parte de los valores cristianos.
Es una fé hacia la mujer de Alta Gracia que pocos explican, solo asientan sentirla y profesarla durante el día 21 de enero que se escogió para adorarle.