Yoaciri Amarante, la joven que fue rociada con ácido del diablo, manifiesta que se siente muerta en vida por las imborrables marcas que le dejó en el cuerpo y en el alma su expareja y padre de su hija.
Sin poder ocultar el dolor, Yocairi, dijo que quiere preguntar a su agresor, expareja y padre de su hija, Willy Antonio Javier Montero, de 33 años, porqué le hizo ese daño.
Las secuelas del ácido no sólo quedaron en su cuerpo sino también en su alma, por lo que los sentimientos por quien fue el amor de su vida cambiaron radicalmente.
Se recuerda que Willy Antonio Javier Montero cumple un año de coerción en la cárcel del 15 de Azua, junto a Johan José Félix y Alexander Sosa Méndez, los dos últimos acusados de ser los autores intelectuales del hecho.
Yoaciri aconseja a las jóvenes a que tomen en cuenta su ejemplo y que no se casen siendo adolescentes.
Por Elianna Cuevas.