Los médicos y técnicos veterinarios de la Regional Norte de la Dirección General de Ganadería, con asiento en Santiago, iniciaron paros escalonados en protesta por los bajos salarios que devengan actualmente y que rondan los 20 mil pesos.
Los profesionales señalaron que no tienen las mínimas condiciones para desarrollar la supervisión y tratamiento de las enfermedades que afectan la producción pecuaria, no disponen de vehículos en buen estado y según explican, también deben costear el combustible para desplazarse a las fincas y campos.
Relataron que desde febrero no se les entrega la partida del combustible. En ese sentido piden al ministro de Agricultura Ángel Estévez que cumpla la orden del presidente de la República, quien durante el Día del Agricultor en Nagua, prometió aumentar a 35 mil pesos el salario de estos profesionales pero sólo han sido beneficiados los agrónomos. Advirtieron que paralizarán sus labores por tiempo indefinido hasta lograr su objetivo de cobrar un salario digno de su profesión.