En República Dominicana llegar a la longevidad sin protección de los planes sociales y sin pensión se ha convertido en un dolor de cabeza para cientos de personas. En la provincia Hato Mayor, cuatro integrantes de una familia mayores de 60 años solicitan al Gobierno una ayuda para poder subsistir debido a que ninguno cuenta con un empleo.

Tomasina Díaz de 80 años, vive con sus dos hijos adultos mayores, Tingo Díaz, y Bienvenido Díaz, que padecen de discapacidad auditiva. Afirma que su hermano Agustín es quien alimenta a la familia con lo poco que hace, ya que no tiene un empleo fijo para el sustento de todos, desde hace cuatro años debido a una trombosis.

La familia reside en condiciones deplorables en una vivienda de madera, con un piso de tierra que apenas les protege. En medio de este ambiente sobreviven, con precariedad de alimentos, ropa, calzados y sin los enseres básicos.

«Nos alimentamos por la caridad de amigos y vecinos, pero desde el inicio de la pandemia, nuestra situación se ha tornado más difícil» recalcó Tomasina.

Por lo que esperan que alguna institución del Gobierno acuda en su auxilio.

Dijeron que hasta el momento no han sido beneficiados con los planes sociales ni las ayudas que otorga el Gobierno a las personas de escasos recursos a través del Programa Solidaridad.

Por Ana Méndez

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