El coronavirus ha provocado una crisis sin precedentes en todos los terrenos. En el ámbito de la educación, la pandemia ha dejado como resultado al cierre masivo de las actividades presenciales de instituciones educativas en más de 190 países con el fin de evitar la propagación del virus y mitigar su impacto en niños y adolescentes por lo que se han auxiliado de la educación a distancia.

Según un estudio publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), desde el punto de vista pedagógico, la virtualidad supone el riesgo de pérdida del vínculo presencial y puede generar tensiones por la sobreexposición de docentes y estudiantes, o por las dificultades para mantener la relación y la mediación pedagógica.

Esto es especialmente cierto en los niveles iniciales de educación, en particular en el preescolar y el primario, en los que se requiere un trabajo coordinado con padres, madres o cuidadores para el acompañamiento y la mediación de los procesos de niños y niñas.

Es por eso que  la Asociación de instituciones Educativas Privadas promueve la flexibilidad del sistema educativo y que se permita, de manera opcional a los padres, enviar a los niños de 0-6 años a clases semi -presenciales.

Para la psicóloga escolar Paola cuevas, la educación virtual o a distancia presenta mayor dificultad para alumnos de nivel inicial con alguna condición especial como autismo, síndrome de Down entre otros. En estos casos entiende que los padres deben de estudiar la posibilidad de enviar al niño aunque sea dos veces a la semana al colegio.

Se debe agotar todas las opciones para evitar que los niños reprueben el año escolar, según recomienda.

Los colegios privados y otras 8 instituciones ligadas al sector enviaron una carta al Ministerio de Educación en la que proponen los términos y condiciones de la semi-presencialidad voluntaria para el nivel inicial, entre los que figuran:

-Visitas dos o tres días a la semana al centro educativo

-Estadías de tres horas consecutivas en grupos estables de convivencia, también conocidos como ‘grupos burbujas’.

-Las burbujas contarían  con máximo de seis alumnos y uno o dos educadores.

-Todo miembro de un ‘Grupo Estable de Convivencia’ estará aislado del resto de la población escolar.

-Se recomienda en la etapa inicial un cuidador por cada cinco niños

En cuanto a las medidas de salud e higiene proponen:

– Colocar señales visuales que promuevan e instruyan medidas de protección e higiene cotidiana.

– Ventilación natural, apertura de ventanas y puertas para garantizar buena circulación de aire. Si se utilizan aires acondicionados, deben inspeccionarse y dar mantenimiento con regularidad.

-Baños en óptimas condiciones; disponibilidad de agua y jabón para el lavado de manos e higiene.

– El espacio que garantice el distanciamiento físico

– En caso de siesta, uso de cunas/camas individuales y separadas, con ropa de cama traída del hogar.

– Equipos y materiales de limpieza y desinfección en todas las áreas del centro.

En el caso del personal docente

-Uno obligatorio de mascarilla

-Lavado de manos frecuente

– Mantener 2 metros de distancia entre adultos.

– Personal suficiente para tener un cuidador por cada 5 niños.

– Personal sustituto por si un profesor presenta síntomas.

La propuesta establece ademas que en caso de ser acogida, será supervisada por los ministerios de Educación y Salud Publica, respectivamente quienes darán seguimiento a que se cumplan las normas de establecidas para evitar la propagación del virus.

Por Fabiola Núñez.

 

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