Moradores de las inmediaciones del río Ozama protestaron este viernes en reclamo de ser desalojados para la construcción del puente que constará la Línea dos del Metro con su extensión.
Se trata de 32 casas que fueron censadas para su desalojo, pero la Oficina para el Reordenamiento del Transporte decidió que el espacio no era necesario.
Expresaron temor por sus vidas, puesto que entre la grúa y sus viviendas solo hay un espacio de 7 metros.
Se quejaron de las vibraciones, el polvo y las grietas que provocan las máquinas.
Pidieron a la OPRET pagar por los daños ocasionados.