Según el dicho popular a la tercera es la vencida, y como no se investigó en los dos robos anteriores, el tercero que perpetraron cuatro desconocidos en la escuela San Francisco Arriba en Moca, provincia Espaillat, superó los 300 mil pesos en equipos electrónicos.
La escuela de San Francisco Arriba fue literalmente desmantelada por los cuatro individuos que sembraron el temor en Estanislao, el vigilante, que narra de forma llana y elocuente el momento.
El vigilante, que hace siete años cuida como suya la escuela de la localidad, no cuenta con un arma de fuego, sino a penas con un machete.
Los delincuentes cargaron, con ocho baterias, siete TV pantalla plana, una bocina, 3 computadoras.
La gente huye para no hablar en cámara, amedrentados por el grupo de asaltantes que podrían ser los mismos que robaron en la escuela en dos ocasiones anteriores.
La zona es poco habitada y salir de ella por la carretera de unos 9 kilómetros, es estropeante.
Estanisla dice que hizo una promesa a la virgen que salvó de esos delincuentes su vida.