La indignación e impotencia embargan a la familia de Julissa Campos Hernández, ejecutiva bancaria  que  fue ultimada por delincuentes en en el residencial Las Acacias II en San Isidro, en Santo Domingo Este la madrugada del lunes.

Sus restos son velados en la funeraria Blandino de la avenida Sabana Larga.

El padre y un hermano de Julissa Campos lamentaron que ni siquiera estando en su propio hogar hay garantía de seguridad ciudadana en el país.

Julissa deja en la orfandad tres hijos de 8, 14 y 19 años de edad.

Sus amigos y excompañeros de labores la describen como una mujer trabajadora, honesta y dedicada a su familia.

La Policía Nacional continúa las investigaciones para dar con los responsables del crimen.

El sepelio será esta tarde a las tres en el cementerio Cristo Salvador de Santo Domingo Este.  

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