El padre de la fenecida Dra. Soanny Montero, dice que antes no habían hablado para esperar los resultados de patología, pero las especulaciones obligaron a la familia a hablar.
Sostiene que su hija era una muchacha con formación, tranquila, inteligente y por demás bonita, también tenía muy buena relación con sus padres, no tendría motivos para quitarse la vida.
El señor Montero narra que Soanny era una muchacha muy ocupada que en ocasiones se cambiaba la ropa en el carro y que seguro puso el parasol para taparse de la cámara que estaba al frente y se movió a al asiento trasero para cambiarse como de costumbre.