Los familiares, vecinos y compañeros de trabajo del jovencito Anthony Fernando Javier lloran su muerte, pero piden a las autoridades que investiguen al dueño del negocio donde trabajaba, a quien acusan de dejarlo morir.
Anthony trabajaba de lunes a lunes en la importadora Labalata, propiedad de Chinos. Solo tenía dos semanas laborando en el lugar, y el miércoles producto del exceso de trabajo le dio una hipoglicemia, Los chinos no lo socorrieron a tiempo, pero tampoco permitieron que lo llevaran a un centro médico.
Su hermano mayor llegó al negocio una hora después y ahí estaba.
Cuando lo llevaron al Morgan los médicos dijeron que murió porque no lo llevaron a tiempo a un centro asistencial.
Esta joven haitiana trabajaba con Anthony en Labalata China. Dice como ocurrió todo.
Los vecinos piden que las autoridades intervengan, porque al jovencito lo dejaron morir sin auxiliarlo.
Julisa Pontier, vecina de Anthony quiere que el Ministerio de Trabajo fiscalice los negocios chinos que funcionan en la avenida Duarte, porque ninguno tiene regulación.
Intentamos hablar con los chinos en su negocio, pero alegaron que no hablaban español.