Más de 20 internos resultaron heridos tras un motín en el Centro de Corrección y Rehabilitación Rafey Hombres en Santiago, en el que familiares denunciaron que los agentes dispararon a mansalva contra los reclusos, incluso cuando todavía ellos y muchos niños se hallaban dentro del recinto en calidad de visitantes.
La Policía llegó a dar refuerzo y se escucharon una vez entraron, y ensordesedores los disparos.
Madres y esposas de los internos, lloraban, entre el miedo y desesperadas rogaban por la vida de sus parientes, que en medio de las balas se desconocía su suerte.
Como evidencia de una falta de políticas para asistir en emergencias como estas, los heridos eran trasladados en vehículos inapropiados, como camionetas, carros, y jeepeta con los cristales tintados.
La Policía negó que sus agentes cometieran abusos.
Los disparos se realizaron aun con visitas dentro, niños incluso, de acuerdo a la denuncia de algunas madres que en medio de las balas buscaban por cuentas propias sus documentos de identidad para poder salir.
El motín lo habrían iniciado internos que el sábado fueron traídos desde el Centro de Corrección La Isleta en Moca, donde se originó una protesta por los supuestos abusos a que son sometidos allí.
A excepción de la Policía, ninguna autoridad del sistema penitenciario ofreció información sobre lo ocurrido y la gastada denuncia del uso de la fuerza bruta.