En desacuerdo con el traslado de área en el Mercado de Cristo Rey, un hombre se encadenó a su mesa de trabajo en esa plaza.
La oposición del joven Kilvio de la Cruz no es la única. Demanda a la administración del Mercado por desalojo y se niega a dejar un área que ha ocupado por años.
Le pidieron que en 6 días desalojara el puesto y se trasladara al segundo piso de la plaza.
Junto a su madre enarbola el tiempo que tienen en el lugar. Dicen que son los fundadores del lugar y que exigen ser tratados como tales.
Para el director de Servicios Públicos del Mercado, se trata de una invasión de un espacio que no le corresponde. Dijo que como Kilvio, existen 41 comerciantes en la situación y con el mismo rechazo.
Los demás trabajadores del Mercado desmintieron al administrador y señalaron que el joven no se merece tal despojo.