Por:- María Estela de León
“Mujeres Olvidadas” así se nombra la propuesta de la autora originaria de Sing“ZING TSJENG”, en ella se hace un recorrido por la historia y trae al presente esas heroínas, grandes científicas que hicieron sus aportes a la humanidad a través de sus descubrimientos.
La novedosa obra, recoge momentos y posiciones asumidas por esas inmortales mujeres en momentos históricos. Ramas del saber cómo la filosofía, matemáticas, entre otras, han sido beneficiadas por el ingenio de esas mujeres. Las obras están ahí, pero sus mentoras están anónimas y olvidadas en el zafacón de la historia.
Qué decir de los aportes de la zoóloga Bertha Lutz, a ella le debemos la mención de la palabra “mujeres” en la Carta de Naciones Unidas, Lutz fue parte del equipo que participó para reescribir la constitución brasileña, en la que se aseguró se garantizarán derechos que tenían las mujeres tales como: ganar igual salario por igual trabajo para mujeres respecto a los hombres y el acceso a cargos públicos, entre otras conquistas.
Recordemos a las Chica de Blectchley, responsables de desvelar el manto oscuro de la noche en el alto cielo estrellado. Williamina Fleming una maestra que trabajaba en el Observatorio de Harvard, fue la primera en divisar la “Nebulosa Cabeza de Caballo”, que no es más que una hermosa nube de gas en forma de caballo en el cielo.
La bióloga Wangari Maathai, keniana. Ganadora del Premio Nobel de la Paz en 2004, por su contribución al desarrollo sostenible, fue la primera mujer en recibir un doctorado en África, valiosos aportes a la protección del medio ambiente y la biodiversidad, a través del movimiento cinturón verde.
Una autoridad muy respetada en la medicina para la época lo fue Aspacia, de origen griego, pionera en la obstetricia y la ginecología, cuando las mujeres estaban confinadas al hogar y a los hijos, esta mujer había hecho carrera como médica en técnica quirúrgicas y métodos de planificación familiar, su nombre se quedo en el olvido, pero sus aportes vencieron la ley del tiempo.
Fe del Mundo, con 24 años se convirtió en la primera mujer en la Escuela de Medicina de Harvard y primera asiática, se graduó con altos honores. Defendió y promovió la lactancia materna, fundadora del primer hospital pediátrico en Filipinas. Por citar solo algunas de esa gran constelaciones de mujeres que han dejado un legado al mundo para el cual muchas de ellas son invisibles.
Adentrarse en ese mundo frío donde estaban durmiendo, hasta que la autora la trae al presente como protagonistas de la historia, para colocarlas en el pedestal de las grandes, en el tabernáculo sagrado de las sociedades del mundo, para que sirva de ejemplo y valentía el legado de sus magnánimas vidas.
Solo algunas han traspasado las barreras del tiempo. Otras están liberadas por el paso de los años del estigma y posiciones de doble moral de los grupos sociales, económicos, raciales, religiosos y políticos con algunos rasgos y sesgos machistas enquistados desde entonces en las psiquis y núcleos sociales.
Esta práctica tiene su génesis en las sociedades erigidas bajo el sistema patriarcal que consagro al hombre para el ejercicio del poder y la fuerza, en tanto que a la mujer la victimizo haciéndole creer y ver como un sexo débil y limitado e incapaz para decidir por ella misma, conducta que la excluyó del trabajo y del del poder.
Pareciera, y sabemos que lo es, la primacía de una categorización discriminatoria en razón del género, que ha afectado más el avance de las mujeres que a los hombres. Es ahí donde encontramos la explicación a esa conducta que no ha permitido visibilizar aquellas mujeres cuyos aportes pueden servir de referentes a otras mujeres.
Todo lo que es nombrado adquiere forma, existe y permanece en el tiempo. Es por ello que es necesario poner nombres y apellidos a los aportes realizados por las mujeres en las distintas áreas del saber.
Explicar la existencia humana y su entorno, es darle sentido a la vida. El conocimiento, la educación y la consciencia han permitido que las civilizaciones avancen, en ese sentido, las mujeres han jugado un papel preponderante en ese desarrollo social. El crecimiento de todas las sociedades del mundo, se han forjado con el trabajo y las luchas de las mujeres. Se ha trabajado bastante, es necesario cosechar el reconocimiento que da el trabajo.
En la actualidad es un compromiso de los Estados y los movimientos sociales, adoptar acciones a través de los organismos que diseñan políticas internacionales con perspectivas de género, visibilizar el papel y el trabajo de las mujeres en el mundo, hasta lograr su inserción en todos los espacios sociales y la realización plena de sus facultades como seres humanos.