Desde hace siglos astrólogos, sociólogos y sobretodo los campesinos y cultivadores de la tierra tomaron en cuenta el comportamiento de los primeros doce días del año para sembrar y cosechar, nombrando esa variación del clima como Las Cabañuelas.
Es que desde tiempos ancestrales quienes cultivaban la tierra no movían una azada ni un machete, porque el éxito de su siembra dependía de si llevaban a cabo de forma correcta esta tradición.
Pero con el tiempo esa tradición se ha perdido.
Los cambios culturales y el desarrollo tecnológico han influido de manera notoria en que en los campos no tomen en cuenta las Cabañuelas.
Como dice la biblia hay tiempo para sembrar y tiempo para cosechar, y los cultivadores de la tierra a falta de técnica se aferraron a Las Cabañuelas.
A juicio de el Sociólogo Domingo Matía, el cambio climático, la urbanización vertiginosa ha influido en que tradiciones como Las Cabañuelas no se extiendan de generación en generación.
A falta de herramientas científicas desde los nómadas y Mayas las Cabañuelas eran la herramienta.
El comportamiento del clima en cuanto a las sequias, lluvias, frio o calor fueron denominados Cabañuelas desde nuestros bisabuelos hasta estos días.