La justicia penal es la cara de la pobreza, a juicio de la directora de la Defensoría Pública, Laura Hernández, quien fue la invitada a participar en el Foro de Desigualdad y Poder que organiza la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Por entender que es un servicio social, Laura Hernández sostiene que quienes no tienen y son pobres son los más vulnerables.
De entre 25 a 28 mil personas reciben ayuda anualmente a través de los defensores públicos.
Para Iván Ogando, director de la Flacso, la Defensoría Pública es una parte crítica del sistema judicial.
En el Décimo Sexto Foro Desigualdad y Poder participó además, Carlos Pimentel de Participación.