Familiares de pacientes que reciben atención en el hospital Moscos Puello se quejaron por la falta de camas, sabanas y por las acciones represivas del personal de seguridad.
Denunciaron que muchas veces algunos ingresados tienen que permanecer en las camillas por varios días y otros con la cama descubierta.
Se quejan además por la larga espera para ser atendidos, pese a la gravedad de sus pacientes, aunque reconocen que el trato de algunos médicos es adecuado.