En el día del adulto mayor decenas de envejecientes demandan pensiones y su inclusión en el sistema de seguridad social.
Minerva Félix asegura que tiene 105 años. Con esa edad dice que canta por no llorar.
Igual que ella otros viejitos acudieron al parque Colón con un solo propósito: poder conseguir una pensión.
Algunos reconocen que cuentan con una tarjeta de solidaridad pero dicen que no es suficiente.
Fueron llevados allí por la red de organizaciones por una vejez digna.
A pocos metros, en la catedral, El Consejo Nacional para la persona envejeciente propuso que se asegure la participación de los adultos mayores en el sistema de pensiones y en la seguridad social.
Dijo que dentro de los programas que benefician a los envejecientes está el de acoger unos 300 ancianos que deambulan por las calles.