En el Tamarindo de Los Alcarrizos lloran y lamentan la muerte de dos niños ahogados la tarde de ayer domingo, mientras se bañaban en el río Manoguayabo.
Se trata de Racheli Gullén de 10 años y Nehemias Berroa de 8, quienes andaban con su padre y tres hermanos, y de un momento a otro desaparecieron de la orilla del río de entre el grupo de personas que los acompañaban.
Más tarde todo el mundo buscaba a todo la orilla del río con la esperanza de encontrarlos entre la multitud que fue a bañarse al afluente.
Mientras en casa de su abuela todo era tristeza la tarde de este lunes, ella habla de Racheli, como una niña cristiana, ejemplar y buena estudiante.
Sus padres no quisieron hablar pues el dolor y la impotencia son muchos, pero quienes viven en el barrio hablaron de las virtudes de ambos niños de 10 y 8 años que salieron en buscar de un espacio de recreación y encontraron la muerte.
Racheli y Nehemias fueron enterrados la tarde de este lunes en el cementerio de Hato nuevo, en un ambiente de tristeza y desconsuelo de sus padres, familiares y vecinos.
