El sector empresarial está preocupado por el auge de la corrupción en el país y demanda acciones más efectivas contra este flagelo que  afecta el erario público y la competitividad del sector privado.

El presidente de la Asociación de Industria, Campos de Moya, entiende que el jefe de misión de la embajada de los Estados Unidos, Robert Copley se quedó corto, al afirmar que los dominicanos están hartos de la corrupción.

Abogó por un sistema de justicia que trabaje y que la Procuraduría realice una buena labor para lograr que los corruptos sean juzgados y condenados.

 Sin embargo entiende que los Estados Unidos no tiene capacidad para asesorar al país en la materia.

Similar postura tiene César Dargam, vicepresidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, quien explicó que una muestra de los efectos de la corrupción es la baja considerable que ha sufrido el país en el Índice de Competitividad.

El presidente de la Asociación Nacional de Jóvenes Empresarios, Raúl Hoyo, entiende que la receta para contrarrestar el flagelo es hacer que las leyes se cumplan, pero considera que no se está haciendo lo necesario para que eso ocurra.

Los miembros de la cúpula empresarial hablaron tras un encuentro  con egresados del programa Innovación y liderazgo en gobernanza de Georgetown University.

 

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