La ola de criminalidad que atemoriza en todo el país también tiene en vilo a los residentes de El Caimito en la provincia La Vega, donde este martes marcharon exigiendo justicia por los crímenes que siguen impunes.
La fotografía de sus caídos en manos y la voz alzada, caminando por justicia. En el Caimito, de La Vega la criminalidad ha hecho aposento y ha marcado vidas.
A Marisela le masacraron su esposo, Ciprian Grullon. Hace tres años. Aún espera por la acción judicial. Los atracos y robos son parte del diario vivir de una población laboriosa.
El crimen de Telésforo Jiménez, el pasado 17 de noviembre, desempolvó el dolor por otros cuatro crímenes que aún están impunes.
La comunidad donó un local, que cuenta con habitaciones y cocina, para albergar allí un cuartel policial, pero la falta de voluntad, dicen, ha frenado todo.