SANTO DOMINGO.- El Primer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional sentenció este miércoles a 30 años de cárcel a los asesinos del teniente coronel César Augusto Ubrí Boció, ayudante personal del presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Rolando Rosado Mateo, fallo que causó satisfacción entre los deudos y los antiguos compañeros de armas del malogrado oficial del Ejército.
 
Los homicidas Wascar Cavallo Montero y Michael Antonio Valdez Castillo fueron encontrados de asesinato, entre otros cargos criminales, al final del juicio presidido por los jueces Gissel Méndez, Daneira García y Bladimir García, quienes acogieron dictamen de los fiscales Fadulia Rosa y Kelvin Colón. Cavallo Montero, un ex policía que estando en las filas de la institución se dedicaba a robar y  a matar cumplirá su pena en La Victoria.
 
Valdez Castillo cumplirá la sentencia que le fue aplicada en la prisión de Najayo, en San Cristóbal, de acuerdo al mandamiento emitido por los tres magistrados. Ubrí Bocio, quien tenía al me3nos 20 años a servicio de la DNCD, fue ultimado a tiros para robarle su vehículo la noche del 18 de septiembre de 2011, en el sector Las Praderas, en la capital, hecho que causó consternación colectiva.
 
Las indemnizaciones en provecho de los deudos del malogrado coronel fueron individualizadas por los magistrados al ordenar a Cavallo Montero a pagar RD$20 millones en provecho de los deudos del difundo oficial (esposa e hijos), mientras que su cómplice deberá resarcirlos con RD$5 millones. La primera cifra será en provecho del hijo mayor y la viuda y la segunda en beneficio del vástago menor.
 
Los 30 años de reclusión aplicados a los autores del asesinato a partir del pliego de cargos presentados por el Ministerio Público, como re4presentante de la sociedad, la que les imputó de haber violado los artículos 265,  266, 295, 296, 304, 379 y 382, y la Ley 36, esta última Sobre Porte y Tenencia de Armas de Fuego. Los artículos citados tipifican los crímenes de asociación de malhechores, robo con violencia y homicidio agravado.
 
Después de matar al oficial, ambos individuos le robaron la jeepeta y la entregaron a una persona para luego desguazarla y venderla por piezas. Se trataba de una vehículo Toyota 4Runner que luego fue encontrada por los investigadores de la Policía y de la DNCD, aunque los jueces no se pronunciaron en torno al individuo para el cual servían los homicidas.
 
“Se ha hecho justicia, aunque entendemos que este fallo no es suficiente y tampoco la indemnización impuesta en beneficio de los deudos porque estas lacras han causado un daño enrome con esto a la familia del coronel Ubrí Boció, a las Fuerzas Armadas, a la DNCD y la sociedad dominicana en general”, dijo la agencia antinarcóticos al comentar la decisión.
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