En el Congreso, empleados y legisladores ya están de vacaciones colectivas por la Semana Santa.
Desde el pasado viernes, la puerta principal está cerrada con candados y unos cuantos militares custodian la entrada trasera.
Las diferentes áreas de la Cámara de Diputados lucen vacías y muy pocos legisladores acuden para cumplir compromisos particulares, puesto que no hay convocatorias de sesiones ni de reuniones de comisión.