Cientos de trabajadores cañeros volvieron a congregarse frente al Palacio Nacional para demandar del gobierno la entrega de una pensión.
Los trabajadores cañeros no se dan por vencidos. Este miércoles se concentraron junto a sus familiares para reclamar por enésima vez la entrega de las pensiones, acumuladas por años durante sus labores en los campos de caña.
Los manifestantes, en su mayoría enfermos y discapacitados, partieron del parque Independencia hasta llegar a la plaza Señor Mío frente al Palacio Nacional. Allí un fuerte contingente policial les impidió el paso.
Solo una comisión de 6 personas tuvo acceso a la mansión presidencial en donde fueron recibidos por la viceministra Sandra Severino, quien les prometió volverse a reunir con ellos el próximo viernes.
La protesta fue pacífica pero fuertemente vigilada por agentes policiales.