La población de Azua se moviliza con miedo a antisociales que mantienen un régimen de terror trastornando la paz y tranquilidad de la provincia. A esa dura realidad se agregan los apagones y la falta de oportunidades.

Luisa Catana, es una señora que supera los 60 años de edad, tiene terror a desplazarse por las calles de Azua por la ola de delincuencia que golpea a todas horas del día esa ciudad sureña.

La realidad de la inseguridad en esta provincia no es distinta a la de otros pueblos del país.

La delincuencia no es el único problema que afecta a Azua, su gente tiene otras preocupaciones en agenda. Como la falta de atención gubernamental y la creación de empleo duraderos.

Este pueblo sureño espera por años, un cambio de perfil, que se daría  con una fuerte inyección de capitales que se asienten allí.

Share.

Leave A Reply

Exit mobile version