Avanzan los trabajos de saneamiento de La Gran Cañada en el Jardín Botánico Nacional y aseguran que el impacto medioambiental será mínimo.
El color de las aguas de La Gran Cañada evidencia el grado de contaminación en la que se encuentra. Una pala mecánica removía el material acumulado durante años, parte del cual será usado como abono en el Jardín.
Los animales que habitan en el afluente son llevados hasta un lugar provisional hasta que finalicen los trabajos. Sólo en dos días se habían recuperado más de 50 jicoteas. Previo a la intervención se realizaron los estudios medioambientales de lugar para mitigar el impacto, explicó el encargado de servicios generales del Jardín Botánico Henry Pimentel.
Las labores de remoción y acondicionamientos son realizados por la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo con un inversión superior a los 44 millones de pesos.
Se estima que los trabajos finalicen en cinco u ocho meses.