A pesar de que el pasado dos de octubre el Tribunal Superior Administrativo (TSA) ordenó la reapertura de los tribunales para que las audiencias sean presenciales, todavía, en su gran mayoría siguen siendo virtuales.
La situación más crítica se ve en la fiscalía de la provincia de Santo Domingo, donde en su gran mayoría las audiencias siguen siendo virtuales con dos y tres horas de retraso. Esto atropella en gran medida el debido proceso y el objetivo de administrar sana justicia.
En cambio en la fiscalía del Distrito Nacional algunas salas celebran audiencias presenciales y las virtuales son con el previo acuerdo de las partes.
Si en circunstancias normales los procesos judiciales son tormentosos, en medio de la pandemia esa realidad se ha multiplicado en todo el campo judicial, incluyendo los tribunales de paz, de familia, laboral y otros.
Por Guillermo García
