Al menos 15 familias se encuentran albergadas en la escuela de arte de la Ciénaga, como medida preventiva ante la crecida del río Ozama.
Son 53 personas residentes en el barrio los Platanitos próximo a la rivera del río, quienes tuvieron que abandonar sus hogares para resguardar sus vidas.
El albergue estaba repleto de niños pequeños que corrían por todo el lugar. Sus padres indicaron que tan pronto cesen las lluvias regresaran a sus hogares. Mientras que otros pierden la esperanza de que el Gobierno los reubique en la nueva barquita, como se les había prometido.
En el caso de Dominga Cuevas, quien tiene 8 hijos menores de edad está decepcionada del Gobierno pues hace más de tres años su hogar fue censada y aún no los reubican.
Sueña con que sus hijos tengan una vida feliz en un lugar tranquilo y sin el miedo de perderlo todo por las lluvias.
En todo el distrito nacional solo hay dos albergues ocupados de los 150 que se dispusieron.