El gobierno haitiano anunció que en los próximos días eliminará
definitivamente las restricciones a los 23 productos dominicanos, con
la única condición de que se cumpla con el pago de los aranceles
aduanales.

El canciller haitiano, Pierrot Delienne, anunció al mismo tiempo que
su gobierno documentará más tardar la tercera semana del mes de
octubre a unos 112 mil de sus nacionales que residen en la República
Dominicana para que puedan acogerse al Plan Nacional de
Regularización de Inmigrantes.

En el marco de la visita oficial del canciller dominicano, Miguel
Vargas, a Puerto Príncipe, Delienne dijo que su gobierno acoge
favorablemente la solicitud de su colega dominicano para reactivar la
Comisión Mixta Bilateral, para la cual se elaborará una agenda en
común, al igual que para la propuesta de Vargas sobre un tratado
comercial entre ambas naciones.

En un encuentro celebrado en el hotel El Rancho, en las proximidades
de la embajada dominicana, el Canciller Vargas planteó a su
homólogo haitiano y a las autoridades de Haití, que ha llegado el
momento de que ambas naciones se sienten a discutir seriamente un
tratado que dinamice el flujo de comercio bilateral “sin trabas y sin
objeciones” más allá de las que impongan las normas internacionales
de comercio.

“Hagámonos el propósito, señor Canciller, de reunirnos
periódicamente, de restablecer las tareas de la Comisión Mixta
Bilateral, para que este apretón de manos que le ofrezco sea siempre
señal recordatoria de cuán sinceras son estas expresiones de
amistad, respeto y buena vecindad con Haití”, sostuvo.

Vargas estuvo acompañado de los empresarios dominicanos Juan
Vicini, Manuel Estrella y Fernando Capellán, el embajador
dominicano en Haití, Rubén Silié, así como de funcionarios y
diplomáticos de la cancillería dominicana.

Afirmó que tanto la República Dominicana como Haití deben dejar a
un lado lo que les desune y acometer una agenda de acción a partir
de los puntos en que debe sustentarse una verdadera amistad, que
abra paso a nuevas ideas de relaciones comerciales y culturales,
respetando sus características individuales.

Vargas observó que la confianza recíproca es indispensable, por lo
que ambas partes deben trabajar en reglas claras que regulen el
comercio y garanticen la inversión, con mecanismos eficientes que
permitan sortear las rutas de colisión.

El canciller dominicano aseguró que la existencia de sinergias es
evidente, como ha quedado demostrado con las empresas de mano
de obra intensiva que se han instalado en el norte haitiano con
capital dominicano.

Vargas sugirió conjugar buenas prácticas de ambos países,
asegurando que de la parte dominicana hay un interés genuino en
trabajar “hombro con hombro» con ellos.
A su juicio, las dos naciones deben discutir importantes acuerdos,
partiendo del reconocimiento mutuo de medidas sanitarias y
fitosanitarias, así como la aplicación de medidas arancelarias que
faciliten las áreas de servicios y el transporte en Haití.

Sostuvo que el propósito de su visita es sostener un diálogo franco y
sincero, en el que las coincidencias superen ampliamente las
diferencias, así como que no fue casual haber escogido Haití como el
primer país a visitar en su recién inaugurada gestión al frente del
Ministerio de Relaciones Exteriores.

Indicó que la República Dominicana ha asumido la búsqueda
incesante de la libertad como causa irrenunciable, “y opuesto a la
intromisión extranjera la vocación soberana de pueblos que han
sufrido en carne propia la tragedia de las ambiciones imperiales”,
refiriendo que la diversidad, “más que un escollo, es factor que añade
riqueza y variedad a este lado del Caribe, cuyo potencial turístico aún
no se ha desarrollado plenamente”.

Vargas estimó que en los próximos 20 años, “en las 29,500 millas
cuadradas de La Española habrá alrededor de 40 millones de
habitantes, lo que planteará serias presiones a nuestros recursos
hídricos, bosques, mares y tierras fértiles”.

Basó su vaticinio señalando que ya tanto dominicanos como
haitianos estarán obligados a garantizar la seguridad alimentaria a
sus respectivos pueblos, “ya que la degradación del medio ambiente
no reconoce fronteras; tampoco las virulencias que atacan a los
cultivos y a nuestras poblaciones más desvalidas”.

Política exterior dominicana hacia Haití
Vargas enfatizó que en el desarrollo haitiano está la clave para la
convivencia en la isla y que la política exterior dominicana hacia Haití
en los últimos años se ha concentrado, primero, en llamar la atención
de la comunidad internacional para que no olvide su compromiso con
la parte occidental de la isla, sobre todo después del terremoto del
2010.

Citó también la implementación de políticas que cierren la brecha
entre haitianos y dominicanos, no limitada a la frontera, a partir de la
identificación de espacios de interés común.

“El Presidente Danilo Medina ha concebido una política clara y
precisa hacia Haití, incluso en los momentos más difíciles, cuando a la
nación dominicana se le hizo una campaña internacional negativa por
el manejo de la cuestión migratoria”, significó.

Resaltó que el Gobierno dominicano, basado en principios y valores
universales, actuó en cada momento preocupado por los afectados y
manteniendo el mayor respeto por los derechos humanos y hacia el
gobierno haitiano.

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