EFE:- Distintas manifestaciones espontáneas tuvieron lugar este martes en Chile tras la muerte de tres niños pequeños en menos de una semana.
La primera tomó estado público el pasado viernes, cuando fue hallado el cuerpo de Tomás Bravo, de 3 años, en un sector rural en el sur de Chile. Mientras que durante la madrugada de este lunes dos menores de 5 y 6 años fallecieron tras ser baleados durante robos violentos en Santiago.
Las muestras de dolor no se hicieron esperar. “Alguna vez en la vida que haya justicia en este país”, era lo que repetían los vecinos de Tomás Bravo entre gritos. “Ver a tu hijo morirse en tus brazos es una pena que te destroza el alma”, manifestó la madre de uno de los niños baleados. “Yo quiero que se aplique la pena de muerte”, añadió una vecina de Huechuraba, donde ocurrió una de las tragedias de los dos niños baleados.
La indignación y las ganas de hacer justicia por las propias manos llegó hasta la política, en donde el actual candidato presidencial, Mario Desbordes, manifestó que si su hija fuera víctima de un hecho violento, “lo que me nace es hacer justicia por mis manos”. En contraste, Paula Narváez, también candidata presidencial, sostuvo que esta reacción “no contribuye a nuestra estabilidad democrática” y dijo que “por ningún motivo” retomaría la pena de muerte.